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Laos, el reino perdido

Laos, la Perla de OrientePaisaje-Viang-Vieng-Laos

Laos  o la bien llamada «perla de Oriente». El último vergel de verdes arrozales, bosques tropicales y junglas por explorar, por donde transita el caudaloso Mekong de procedencia china.

Una tierra para perderse durante días sin ver la cara de un occidental y visitar aldeas donde sus gentes todavía no saben lo que es un turista. Este lugar es, sin duda, Laos.

No te quedes con un viaje de tránsito como hacen casi todos los comunes, de camino hacia Vietnam o a los templos de Siem Riep, en Camboya, o para apuntar un país más en tu mapa mundi mental.

Eso si, para adentrarte en el Laos menos explotado -ya queda poco para que eso sea posible, pues ya se planifican grandes carreteras, aeropuertos y cadenas hoteleras-, déjate llevar por la corriente de sus gentes y la calma con la que transitan en este mundo.

Hay lugares en los que ya se siente la perversión del dólar que elimina cualquier resquicio de ingenuidad y sencillez y los lugareños ya nos ven con el rostro de George Washington dispuestos a dejarnos los bolsillos de cualquier manera.

De Tailandia a Laos a través del Mekong

Una de las maneras más auténticas de entrar en el reino de los elefantes es por tierra desde cualquiera de las fronteras que rodean a este país del tamaño de Inglaterra y con poco más de seis millones de habitantes, Tailandia, Myanmar, China, Vietnam o Camboya, te dan la bienvenida con un puente de la amistad.

Y si además la travesía la realizas por el río Mekong, la experiencia resultará fascinante.

Laos-el-reino-perdidoUno de los lugares para hacerlo es desde el norte de Tailandia, tanto desde las ciudades tailandesas de Chiang Mai como Chiang Rai se organiza el trayecto que incluye el cruce de las dos fronteras, Chiang Khon (Tailandia) y Huay Xay (Laos).

La travesía de dos días por el río, con parada de descanso en el pueblo de Pak Ben, hasta la bella ciudad de Luang Prabang, la joya del Sudeste asiático. Herencia Cultural Mundial por la Unesco, esta pequeña ciudad a orilla del río Mekong y el Nam Khan, es un remanso de paz y de culto al hedonismo.

Luang Prabang, la joya de Laos

Es con toda probabilidad la ciudad mejor preservada del Sudeste Asiático, con sus casas típicas laosianas mezcladas con otras de influencia China y francesa con vistas a las montañas que la rodean.

Es una ciudad vibrante en tradiciones culturales, colorista y artesanal que cada día al amanecer despierta con la procesión de los monjes budistas, que solicitan a las almas del lugar su ración de comida diaria. Se mantiene activa hasta altas horas de la noche con su mercado nocturno, sus restaurantes y cafés, de influencia gala, donde se puede saborear uno de los mejores cafés del mundo, cultivado en Bolaven Plateau, al sur del país. 

Templo-laosiano-Luang-Prabang-LaosPerderse por sus callejuelas, pasear en silencio por sus templos, conocer su cultura visitando su museo, la antigua residencia de los últimos reyes de Laos o recorrer en bicicleta los pueblos cercanos es dejarse llevar por un torrente de paz espiritual.

Y para sentir paz de espíritu, nada como pasear por los templos de Phusi Temple, Vat Mai, Vat Xieng Thong, Siphoutalabath, Vat Wismalat, Vat Aham.

Sayabouly, santuario de los elefantes

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En Luang Prabang tomamos un autocar local que nos conduce durante 3 horas y media por carreteras casi imposibles hacia Sayabouly, la tierra de los elefantes, mientras la mitad del pasaje se reparte por el pasillo en mini taburetes y el polvo de la carretera se cuela por todos los rincones.

Cuando nos propusimos visitar esta zona de Laos, próxima a la frontera con Tailandia, nuestro objetivo era ver al elefante en su medio.

Gracias a nuestros viajes, ya habíamos tenido la oportunidad de realizar diversos trekkings, subidas a lomos de este bello paquidermo. Ahora lo que queríamos ver de cerca es al elefante asiático salvaje de los que apenas se cuentan 350, el resto de ellos están domesticados para las duras tareas en el campo, impuestas por el hombre.

Pero Sayabouly también es un paisaje por carreteras desiertas, que te conducen por escarpadas montañas a lugares sagrados, cuevas, cascadas y remotas comunidades étnicas donde apenas conocen la presencia de occidentales.

Una gran diversidad étnica, dominada por los Khmu, Hmong, Lue, Luang (el pueblo de las hojas de banana), los Phrai y los Iu Mien llegados en un tiempo desde China, cada uno con sus creencias y rituales animistas o budistas; inmersas en sus vidas tradicionales, dedicadas al cultivo del arroz, algodón y la seda, o al ganado.

Zonas protegidas como Nam Phui, donde tú eres la atracción de los que allí viven.

A 5 km de Sayabouly, se extienden 10 hectáreas de reserva natural dedicadas desde el año 2010 a la protección, el cuidado y crianza de los elefantes.

La reserva de Elefantes realiza una doble labor, por un lado enseña a sus cuidadores (mahout) como tratar a sus elefantes y, por otro, ofrecen a sus visitantes una auténtica experiencia en la que vivir con criadores profesionales, ayudar en las labores diarias, en el cuidado de los animales, aprender a ir a lomos de un elefante, observar el entrenamiento y cuidados de estos.

Ir en canoa por la reserva o en bicicleta por sus bosques, viviendo la auténtica naturaleza de la reserva, son otras de las actividades que se pueden realizar en torno al campamento.

Campesinos-laosianos-LaosAventurarse por esta región requiere una buena dosis de paciencia para recorrer sus caminos con buses locales de los años 50, llenos hasta la bandera; transitar por sus calles como si formaras parte de un far west, donde sus tímidos habitantes te evitan por no saber comunicarse más que en su dialecto, complicando hasta el extremo poder llegar a una dirección, encontrar un restaurante o intentar explicar que solo quieres comer. Pero todo esto forma parte de la excitante aventura del viajero independiente.

Vang Vieng, paisajes sin aliento en Laos

Nos adentramos hacia el centro del país, Vang Vieng, entre Luang Prabang y Vientiane. Se llega a ella en autocar (5 o 6 horas) desde Luang Prabang.

Y hacerlo de esta manera es contemplar atónito el recorrido, una cadena de montañosa kárstica que asciende hasta los 2.000 metros, recorriendo valles y sorteando ríos, con sus cúpulas azules coronadas por esponjosas nubes o la niebla que hace acto de presencia en cada amanecer hasta que el sol impera en el cielo.

Subir sus curvas es una proeza que requiere de buen estómago. Adentrarse en su interior repleto de cuevas impone la presencia de un guía que nos evite perdernos en sus profundidades.

Si para unos, Vang Vieng es recorrer las corrientes con kayak, rafting o dejarse llevar en un neumático de camión, tras una noche de bar en bar, en el corazón de la ciudad, ya hecha y deshecha para el simple disfrute de jóvenes mochileros.

Para otros, es explorar los senderos que atraviesan pequeños poblados y llegan hasta magníficas cuevas como las de Tham Chang, Tham Khan, Tham Pou Khammany o Bee Cliff Cave Complex, o adentrarse en el bosque tropical y ahogar el sudor de la caminata en las hermosas cascadas de Kaeng Nyui.

Al final del día, el postre puede ser recorrer el cielo en globo y regalarse el atardecer más deslumbrante de esta parte del continente.

Peregrinación a la sagrada Vientiane

Festival Religioso, Vientiane, Laos ©evaespinetAcabamos el viaje en Vientiane, la capital. Visitarla es explorar la historia del país y conocer a través de sus mansiones la era colonial del siglo XX.

Si tienes la fortuna de llegar en noviembre, cuando la luna llena brilla en todo su esplendor, quizás puedas disfrutar del Festival Boun That Luang, dos días en los que se congregan monjes de todo el Sudeste Asiático y la población para hacer sus ofrendas a Buda en el lugar más venerado del país, la estupa de That Luang.

Una fiesta vibrante y llena de espectacularidad donde se mezcla la feria de los lugareños y el ritual colorista que se inicia con un desfile de miles de fieles vestidos con los trajes tradicionales para cada ocasión portando las ofrendas, flores, dinero, comida y regalos.

Una explosión de color que hay que vivir para creer.

Kopchai Laos!

 

Si quieres escuchar mi experiencia en Laos, aquí tienes el enlace a una entrevista de radio que me realizó Radio Euskadi: 

https://evaespinet.com/entrevista-levando-anclas-borneo-tailandia-laos/

Si te ha gustado el artículo, te encantará  “Días de Asia”  un relato corto inspirado en el viaje que recorrí por el Sudeste Asiático durante 6 meses y que recibió el Premio Accésit “VI Premio Internacional Relatos Mujeres Viajeras 2014″ y se ha publicado en el libro:

“VI Premio Internacional Relatos Mujeres Viajeras 2014″ 

Más información sobre Laos:

www.tourismlaos.org
www.ecotourismlaos.com
www.tourismlaos.gov.la

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1 comentario en “Laos, el reino perdido”

  1. Pingback: Días de Asia, un viaje de cuento %- Eva Espinet

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