Si queréis hacer una escapada romántica, sin duda San Sebastián es el lugar para vivir un San Valentín inolvidable.
Hablar de Donosti-San Sebastián y San Valentín (14 de febrero) me transporta a los años de mis primeras experiencias con cupido. Cuando los roces de la piel y los besos se sienten y saben con más intensidad, si cabe, pero si además lo vives en una de las ciudades más hermosas del mundo, los sentimientos se exacerban y se enarbolan como una bandera.
Donosti-San Sebastián, la perla del Cantábrico
Siempre que voy a San Sebastián cumplo con un ritual sagrado, acercarme a su bahía y recorrer de punta a punta los 6 kilómetros de paseo marítimo de la ciudad. Os invito a un recorrido lleno de emociones. Podéis comenzar desde El Peine de los Vientos, en la falda del Monte Igeldo, un lugar único con una de las panorámicas más hermosas de la bahía. Desde aquí parece que puedes tocar la Isla de Santa Clara, mientras sorteas los rugidos del viento que se cuelan entre los bajos de las esculturas de Eduardo Chillida, inmensos peines que desafían a las olas.
Sube y baja la marea y vuelve a subir. Cuando se calma y el sol brilla es otra postal de ensueño. Siguiendo la balconada que nos asoma al mar, encontramos La playa de Ondarreta, con sus jardines y su aristocrática playa, que en verano se llena de decimonónicas cabinas y sombrillas.
Atravesaremos un túnel que da acceso a la Playa de la Concha y si miramos hacia la ciudad veremos el Palacio Miramar, donde la reina María Cristina fijó la residencia veraniega de la corte a principios del siglo XX y desde cuyos jardines puedes disfrutar de unas magníficas vistas de la playa. En mitad del paseo, nuestra escapada romántica bien vale una parada en el Centro Talaso-Sport La Perla, que en su época fue uno de los balnearios más importantes del mundo y ahora se puede disfrutar de su spa a pie de la playa. Atreveros a acabar el circuito con un baño vigorizante en las frías aguas del Cantábrico.
Si seguimos caminando entre los viejos Tamarindos nos encontraremos en los Jardines de Alderdi Eder, donde las familias juegan alrededor de un carrusel. A un lado, el Boulevard con su quiosco de la música y enfrente el señorial Ayuntamiento desde donde se lanzan los chupinazos de salida de fiestas y festivales.
Más adelante y a orillas del mar, se inicia la entrada en el Puerto y la Parte Vieja, en las faldas del Monte Urgull, que lo podemos alcanzar desde el Paseo Nuevo, donde los donostiarras desafían olas de vértigo en los días de tormenta y marea alta. En lo alto del monte se erige el Castillo de La Mota del siglo XII y el monumento al Sagrado Corazón, desde donde se divisa toda la ciudad.
Capital cultural
San Sebastián cuenta con múltiples y diversas propuestas culturales. Desde exposiciones, conciertos, teatro, danza, literatura y, por supuesto, gastronomía, para todos los gustos y públicos.
Continuando con este vibrante recorrido, no os perdáis espacios únicos como el Museo Diocesano de Rafael Moneo, la nueva Tabakalera, el nuevo museo de San Telmo o el Palacio Kursaal en el barrio de Gros.
San Sebastián, un bocado de alta cocina
Y hablando de gastronomía, la escapada merece vivir intensamente la Parte Vieja, con sus callecitas repletas de bares para “potear” y excelentes restaurantes. San Sebastián es la ciudad con más estrellas Michelín por metro cuadrado en el mundo. Podréis degustar desde los exquisitos “pintxos” donostiarras en los que destacan los de La Cuchara de San Telmo, el Zeruko, el Txepeta con sus inolvidables anchoas, A fuego negro o La Viña. Otra manera auténtica de vivir la gastronomía vasca es comer en sidrerías como Petritegi, Saizar, o Zapiain. Y si tu bolsillo lo puede pagar, no os perdáis la excelencia culinaria de los grandes maestros Arzak, Subijana o Berasategui.
Si os queda aliento, continuar el recorrido hasta la Punta del Monpas donde os encontraréis con el reino del surf, la hermosa playa de Zurriola. El mar ruge y los surfistas cabalgan las olas. ¡Todo un espectáculo!
Como veis, mucho por ver en esta ciudad de película. ¿A qué esperáis para descubrirla?
¡Feliz San Valentín!